Publicado en la Guía Histórico Cultural de Telde
Sus interpretaciones tienen un aire peculiar, sereno, tranquilo y susurrante. Y para hacerlo aún más intimista, hasta se visten de negro. Unas canciones utilizan conocidos aires populares pero con letras escritas por alguno de sus miembros. Para otros temas también han compuesto ellos mismos la música.
La actuación se realizó sin la utilización de micrófonos, por lo que el sonido de las voces y de casi todos los instrumentos era real, sin añadidos ni reequilibrios electrónicos. Eso suele añadir un punto de dificultad para equilibrar las distintas fuentes de sonido, vocales e instrumentales, lo que hace aún más meritorio y auténtico el concierto. Sonaba tan entrañable y cercano como un tenderete entre amigos, pero en serio, antes del relajo generalizado que propician los “guanijais”, las papas arrugadas y las carajadas saltando de Teno a Teror.
El público que llenaba el bello patio canario, seguía las interpretaciones con gran satisfacción, daba palmas de acompañamiento y aplaudía con entusiasmo a los intérpretes de la Parranda Universitaria. Sus novedosas propuestas musicales, fruto de un gran conocimiento del acerbo musical canario popular, resultan creativas e interesantes. Al oírlas se sabe que se está oyendo cantar a la Canarias de siempre, pero lo que dicen y cómo lo dicen es del siglo XXII.